Se ha convertido en parte de la discusión actual el Programa. Es decir, se cree ingenuamente que para lograr una mayor votación en Diciembre de 2009 se requiere un buen programa. La respuesta frente a los grandes problemas que aquejan al pueblo boliviano. De ahi que la discusión se vuelva teorica y se considera que es en ese plano que debe resolverse. Por tal motivo, la Oposición en poco tiempo tratará de llevar al terreno del debate al Presidente Morales, pues en su particular lectura, se trata de una cuestión que debe resolverse en los marcos de la academía.
Mientras tanto la realidad está por otros rumbos. Ella no busca las interpretaciones, sino las posibilidades de transformación. En última instancia pregunta ¿Qué tan capaces son de transformarla? Y ahi es dónde el discurso opositor empieza a tartamudear, pues su capacidad de cambiar es reducida, su discurso no puede traducirse en acción, porque nace amputada. Su programa no puede traducirse en movimiento de masas, porque concibe el cambio como hijo de las instituciones. Es algo así como pensar que para educar a un hijo basta con inscribirlo en un buen colegio haciendo total abstracción de su entorno que por supuesto puede malbaratar los planes.
La historia no la hacen las élites pensantes, sino las masas. Esta cuestión básica no se entiende en el circulo opositor y por eso esperan un milagro en diciembre ya que de su práctica política saldrá muy poco.
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Jaime Durán Chuquimia
Cel. +591 73002685
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