lunes, 5 de abril de 2010

Domingo 4 de abril: ¿Qué pasó?


Ahora ya se conocen los resultados. El MAS gana 6 gobernaciones y pierde 3, de las 9 alcaldías capitales de departamento únicamente gana 2. ¿Qué significan estos resultados? ¿Se puede hablar de una derrota del masismo?

Cómo siempre no hay una respuesta única a estas preguntas. Es una derrota porque no se colmaron las expectativas. Perder tres alcaldías en Occidente no son buenas noticias. No es una derrota porque el nivel meso (las gobernaciones departamentales) está bajo control del partido azul y es en ese nivel que se construirán las autonomías. Aunque debe matizarse que los departamentos en los que se encuentra la riqueza hidrocarburifera no están bajo las alas del oficialismo. Esto generará problemas y se lo verá dentro de poco.

Por tanto, el balance es negativo para el MAS. Ya que si bien cuando se analicen las cifras se observará que el partido azul aumento su acervo de alcaldias es lo cualitativo lo que importa.

Un primer elemento a tomar en cuenta es que no existe el llamado "voto duro". Ese que haga lo que haga el Gobierno igual será para el MAS. La gente razona, la gente piensa y vota. De hecho, no hay elemento cohercitivo que pueda permitir un alto margen de control sobre el voto de los ciudadanos. La razón es sencilla: Poca gente tiene relación con el Estado. Las bases del MAS no están inmersas en el quehacer estatal. De hecho, actúan al margen del Estado. Piensese en las vendedoras de la Max Paredes, en los campesinos, en los fábriles y así sucesivamente. Por tal motivo no es fácil decirles que hacer y que no hacer. A ellos se debe llegar con resultados y no precisamente en términos de "pegas", sino en resultados con políticas. La paralisis estatal desde el cambio de gabinete no contribuye a este propósito y es algo en lo que se debe pensar.

Un segundo elemento a tomar en cuenta es que la lógica de la confrontación está desgastandose paulatinamente. Los genios que hicieron la campaña de Elizabeth Salgueiro en La Paz concibieron que la mejor manera de vencer a Luis Revilla era desacreditando una gestión que el propio MAS apuntalo. Creyeron que tenían la moral suficiente cómo para mirar a la población y llamar "corrupta" a una gestión que si por algo brillo fue por su transparencia. Armaron tremendo revuelo porque uno de los puentes trillizos estaba chuequito, cómo si en este país todo fuera perfecto. Pero, además sin ningún criterio de proporción. YPFB con Santos Ramirez dejo un hueco de $us 86 millones, los tres puentes cuestan $us 18 millones y están ahi, con sus fallitas todas reparables. En cambio, de las planta de separación no tenemos noticia, simplemente se esfumo. En tal sentido el spot al ritmo de la cumbiamba de ¿Quién eres tú para burlarte de mi? vino al pelo. No es bueno mirar hacia abajo. La gestión es una sola y así debe verse, no sirve decir que a los corruptos los castigamos, el Gobierno debe cuidar a quién nombra en los cargos públicos. En tal sentido es mejor no extraer a los funcionarios de los movimientos sociales ya que ellos tienen muchas deudas que pagar.

Un tercer elemento lo constituye la conformación de un nuevo bloque opositor a la cabeza de Juan del Granado. Este tiene caracteristicas diferentes pues es una oposición de izquierda. No es una que defienda pequelos intereses de grupos adinerados. Es una oposición respetuosa de las leyes y bastante democrática.

El Gobierno debe realizar un ajuste rápido. Las decisiones no deben posponerse. Debe asumirse que el cambio de gabinete en enero fue un error. Se debe convocar nuevamente a los generales de la victoria de diciembre y poner un alto enfasis en la gestión. Otro camino llevará al desastre. El 4 de abril fue una muestra de lo que puede ocurrir el 2015.

Ojalá y el equipo de conducción del MAS lea adecuadamente el momento y no oculte la cabeza cómo el avestruz.