El triunfo del libre mercado sobre el comunismo. Sobre esta idea gira la edición especial de la Embajada Alemana publicada en "La Razon" el pasado 8 de noviembre de 2009 a propósito de la conmemoración de 20 años de la caída del muro de Berlin. En efecto, poco falto para que anunciasen que esta era una prueba más de la victoria de la libertad sobre las tendencias totalitarias. Dicha interpretación nos invita a olvidarnos de estos últimos 20 años y volver a vivir aquellos miticos 90, cuando Francis Fukuyama proclamaba que el fin de la historia había llegado y que era el capitalismo el último modo de producción.
Lo cierto es que trás el "triunfo" del capitalismo la suerte de la humanidad no ha mejorado. Se nos decía que trás la caída de la "cortina de hierro" una era de prosperidad se abriría, pues las infalibles fuerzas del mercado harían que floreciese la economía y desapareciese la pobreza. Hoy trás 20 años del festejado derrumbe, podemos ver que 1.000 millones de personas viven en extrema pobreza. Se calcula que un tercio de la fuerza laboral activa se encuentra desempleada y los otros 2/3 tienen hipotecada hasta la tercera generación. Si eso es el resultado del triunfo, me imagino cómo hubiese sido el fracaso. El Señor se apiade de nosotros.
La Revolución Bolchevique liderada por Vladimir Lenin y Leon Trosky fue el más grande intento por cambiar este estado de situación. Pensaron que cambiando el modo de producción se reducirían las brechas y la gente no estaría tan preocupada en comer y más bien desarrollaría otras potencialidades. Es cierto, que en el camino se perdió la brujula y se termino haciendo lo contrario, pero esto no quita que esté presente la pregunta que los guió: ¿Otro mundo es posible?
Por fortuna, América Latina está empeñada en contruir ese otro mundo posible.
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Jaime Durán Chuquimia
Cel. +591 73002685
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Jaime Durán Chuquimia
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5 comentarios:
No perdieron la brújula! Es que usaron su reloj creyendo que era brújula!
Fuera de broma... es cierto que las cosas pueden estar mejor y que hoy hay muchos problemas. Pero los avances logrados en los últimos 20 años son inmensos, especialmente si se ponderan los datos. La proporción de pobres es muy inferior, y las oportunidades, incluso de los pobres, son mayores.
Dónde bajó más la cifra de pobres? En China, y en directa correlación con su vinculación al mercado.
Es verdad... si este es el triunfo... te imaginas lo que hoy sería el mundo todavía con el muro?
La caída del muro fue beneficiosa, y mucho, para aquellos dispuestos a beneficiarse de las nuevas oportunidades. Mira a Polonia, a Chequía, Eslovaquia, países bálticos.
Para el resto, los milagros no existen. Y nosotros nunca estuvimos tras el muro.
Latinoamérica no está construyendo nada. Ningún mundo posible. Viene fracasando como desde hace mucho tiempo.
Hasta que no aprendamos de nuestros errores, los seguiremos cometiendo. Somos pobres por incompetentes. Ya es hora de aprender y unirnos a ese mundo que es real.
Qué triste ver que todavía estamos dispuestos a aplaudir fracasos.
Quien levanto el muro? el capitalismo o el comunismo?
Si el capitalismo es malo y no mejora nada... por que entonces los comunistas no levantan otro muro???
Ay, no, ya lo estan levantando... cuantas piedras ya pusiste estimado?
Veamos algunas cifras. Conforme indica el Banco Mundial. La cantidad absoluta de pobres en el mundo disminuyo de 1.900 a 1.400 millones entre 1981 y 2005. Sin embargo, esta reducción es dispar. Mientras hay una fuerte reducción en Asia Oriental, en Asia meridional y Africa del Sur la pobreza aumentó. Lo gracioso de estos datos es que establecen una sutil diferencia entre vivir con $us 1.25 o $us 2. Tan pequeño cambio muestra que en la actualidad 2.000 millones de personas estarían viviendo en la pobreza.
Con datos de:
http://web.worldbank.org/WBSITE/EXTERNAL/BANCOMUNDIAL/NEWSSPANISH/0,,contentMDK:20550455~menuPK:1074643~pagePK:64257043~piPK:437376~theSitePK:1074568,00.html
Amigos, no intenten tapar el sol con un dedo. El capitalismo no es un modo de producción que busque el bienestar de la población. Su objetivo es lucrar y concentrar por esa razón tiene un alto poder para incrementar la productividad. Sin embargo, sus contradicciones son cada vez más fuertes porque la demanda no puede seguir a la oferta.
Es hora de buscar nuevas alternativas. Cómo en los tiempos de Lenin.
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