domingo, 17 de abril de 2011

"Sagrada arrogancia" de Wolfango Montes

Hoy el blog gracioso ha decidido tomar rumbos diferentes. Haré una pausa para ocuparme de un tema un tanto diferente: La literatura. Junto a la economía y la música esta es otra de mis pasiones.

"Sagrada arrogancia" es una novela escrita por el sicólogo Wolfango Montes. Este autor se hizo famoso por "Jonas y la ballena rosada".

En la contra tapa se puede leer lo que quizás sea el resumen de la obra:

En un ambiente hipócrita, Ismael descubre la sordidez de un mundo aún más oscuro y mediocre que el suyo. Él es un antihéroe, como lo son otros personajes de Wolfango Montes, que encuentra en la escritura la manera de canalizar sus frustraciones y apuestas.
No es, definitivamente, una novela que nos hable del mundo ideal. De hecho, tiene la virtud de mostrar la hipócresia de una sociedad como la sucrense, pero que mutatis mutandi bien podría entenderse como cualquier lugar de Bolivia.

La trama central se desarrolla alrededor de Ismael, un muchacho que llega a la ciudad de Ch. con el oscuro objetivo de convertirse en abogado. En tal lugar se enamora de una muchacha llamada Mónica. Esta última pertenece a una familia con ínfulas aristocráticas. Empero, guarda un secreto que en cualquier lugar sería un detalle menor en los negocios del amor, pero que en Ch. adquiere proporciones dantescas. Ismael está casado, y para variar tiene una hija.

Huelga decir que tan pequeño detalle hará que las situaciones presentadas en el libro sean de lo más pintorescas.

Hay una en especial que me llamó la atención de la variedad que presenta el antihéroe:
"-Además, ese pobre de Pelayo es incapaz de enamorarse te digo. Es apenas la cáscara de un hombre. No sobra en su interior espacio para otro sentimiento, debes entender que él ama a mi tía, o por lo menos le teme mucho, que es peor que amor... De todos modos, no podemos negar la convicción religiosa de mi tía, existen sacerdotes que creen que ella es una iluminada.

Más iluminadas son mis bolas, pensé. En mi boca se agolpaban los argumentos para comprobar que estaba equivocado, pero me callé, no deseaba prolongar el debate."
Y así Montes va desmontando las ideas relacionadas a la aristocracia, que como se sabe se basan únicamente en las creencias de los ingenuos. De los que por ejemplo consideran que un apellido conforma el linaje o que existen rasgos predeterminados que establecen la superioridad de algunos grupos sobre otros.

Mientras disfrutaba de este hermoso libro me vino a la memoria un episodio que leí en algún lugar. Este se refería a la "conversación" del Inca con el Dios Inti (Sol). Cuenta la historia que éste era el único capaz de mirar a su padre y sostener conversaciones. El resto de los mortales no podía mirar de frente al sol porque inmediatamente sentía un ardor en los ojos.

Como se ve la forma de maniobrar a la gente es clara. De hecho, pocos pueden sostener la mirada al sol porque su brillo daña a los ojos. Y aún si uno toma la decisión de hacerlo el pequeño problema es que el sol es mudo. No dice absolutamente nada, como son todas las conversaciones con cualquier Dios. O si se quiere ver de otra forma a Dios se le puede hacer decir cualquier cosa.

Como en aquellas ocasiones en que George Busch tenía línea directa con el creador para consultarle el destino de la guerra.

"Sagrada arrogancia" está llena de estos guiños. Para los irreverentes este casi es un manual para entender el mundo y reírse de él.

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