sábado, 13 de febrero de 2010

Poder Judicial: El triste final de los intocables


En medio de lamentos opositores se dió fin a décadas de mando de una casta de burocratas que detentaban el Poder Judicial cómo un feudo. Eran dueños y señores de la justicia. Sólo ellos tenían la interpretación adecuada de la Ley. Consideraban que su Imperio estaba más allá de la voluntad popular pues al ser elegidos por el cuoteo del Congreso de la República su poder iba más allá de las gestiones de los que los habían elegido.

Así armaron un fortín para proteger a sus allegados. De ahi que los juicios a dignatarios de Estado demorasen tanto. En tal sentido ha sido patetico el retraso en el enjuiciamiento a Gonzalo Sanchéz de Lozada. Y a tantas ex autoridades que ahora gustan escudarse trás la "persecución política" olvidando que en Bolivia, era muy común enriquecerse a costa del erario público.

De ahi que sea saludable que se haya emitido la "Ley corta" que faculta al Presidente del Estado Plurinacional para elegir a 18 autoridades del Organo Judicial. La Oposición esperaba que esta elección se mantenga en manos del Organo Legislativo de tal manera, que se gane tiempo, pues ahora necesita oxigeno, y en su cálculo entienden que se debe hacer cualquier cosa para detener la marcha del Estado.

Pero, cómo siempre la realidad les dará otra vez una dura lección, pues así cómo se aprobo con celeridad esta Ley, otras también serán sancionadas con la misma velocidad. Pero además lo más importante será que la justicia se acelerará. Se acabarán los tiempos de los trámites interminables, los juicios nunca resueltos y el eterno "vuelvase mañana".

Por supuesto que alguna gente debe estar asustada. Pero ellos serán los que se enriquecieron a costa del Estado, pues sancionada la Ley anticorrupción se empezará a sacar los trapos al sol, así los millonarios deberán rendir cuentas de su dinero. Deberán explicar sus licitaciones amañadas, sus transferencias mal habidas. En fin, miraremos el pasado, porque es necesario hacerlo y sabremos que se hizo con el dinero de todos.

Para nuestra fortuna también miraremos el presente ya que cómo se ha visto en los últimos años: No hay privilegios. Los ricos recientes también deberán explicar sus nuevas fortunas.

Masistas y no masistas tendrán que explicar sus fortunillas. Los que despreciamos los valores materiales y hemos elegido la senda de David Thoureau miraremos desde el palco esta caceria. Pues al fin y al cabo no deben volver a existir intocables. Única manera de construir una autentica democracia.

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